IMPORTANTE:

Las personas en silla de ruedas o no videntes

NO PAGAN ENTRADA al PARQUE NACIONAL CATARATAS DE IGUAZÚ

 Si es tu caso el de viajar con niños que no pueden realizar caminatas muy largas, es recomendable hacerse de un coche-paragüitas, porque una vez iniciado el trayecto, no querrás volver atrás.

El camino transcurre entre selva y tramos de río que se van sucediendo. A medida que avanzamos, el camino tiene más de río, y menos de selva.

Si bien, quizás nos falten varios metros para llegar al momento de estar frente con el mayor salto de agua, nuestra emoción crece al comenzar a percibir el sonido de las cataratas, y la nube de agua que se levanta alrededor de la gran caída de la Garganta del Diablo.

Las Cataratas del Iguazú se localizan sobre el río Iguazú y marca la frontera entre Argentina y Brasil. Este salto mide entre 75 y 70 metros de altura. No se sabe exactamente la profundidad, dada la dificultad técnica de llevar adelante la pericia. El color de agua varía: cuando el caudal es mayor, el agua tiende a tornarse más rojiza debido a los sedimentos que arrastra.

No hay nada que pueda prepararte para la emoción que literalmente te inunda al estar frente a la Garganta del Diablo. Y aquí hablaré en primera persona, no sólo la primera vez, sino también la 2da y la 3ra vez que tuve la oportunidad de visitar el parque de Cataratas del Iguazú.

Las pasarelas están mucho más cerca de la caída de lo que uno podría imaginarse!

Uno podría pasar horas viendo el agua caer… y es una experiencia 4D, porque la bruma te moja de pies a cabeza!… Te secás, te volvés a mojar, te secás… llorás… te volvés a secar… sonreís… y así, sin razón aparente… y así de impactante es el encuentro con la Naturaleza majestuosa.