Esta corriente de arte contemporáneo emplea materiales de la naturaleza, como tierra, piedras, madera, arena, viento, agua, rocas, fuego, etc… y su marco es el mismo paisaje natural sobre el cual desarrollan los artistas su obra. El Land Art es el arte que interactúa con el medio ambiente a través de alterarlo o transformarlo con fines estéticos. Al estar estas obras expuestas y sometidas a la erosión natural ya desde su planteamiento cuentan con su particular carácter efímero.

No es un movimiento homogéneo ni asociado a la naturaleza, sino a la tierra, entendiendo como tal al planeta mismo, pues sus obras se insertan en un contexto que va más allá de los límites “naturales” para adentrarse en otros más cosmológicos y complejos. Se ubican, más que en un espacio físico natural, en unas coordenadas espacio-temporales particulares que escapan a la escala humana.

El Land Art como movimiento se asocia a la naturaleza y a esculturas de exterior. Es decir que prevalece la exposición convencional de un espacio cerrado como una galería o museo. Dentro de sus características, encontramos el uso de formas laberínticas, simples, regulares y repetitivas muy utilizadas en tiempo Neolítico.

El Land Art es cuestionado. Por un lado, existen obras que respetan el aspecto inicial del paisaje que intervienen. Otras obras alteran el espacio en forma radicalmente convirtiéndolo en un paisaje degradado.

Las primeras obras realizadas aparecieron en los paisajes desérticos del Oeste de EE.UU.

Se cuenta que fue una elegante y contundente respuesta por parte de algunos artistas a la alta rentabilidad del negocio que suponía el mundo del arte y su manera de valorar el objeto artístico desde un concepto de valoración como objeto canjeable y no tanto por su valor artístico.

El principal exponente fue artista estadounidense Robert Smithson, quien comenzó con estas intervenciones artísticas en la naturaleza. Su obra más famosa es Spiral Jetty (1970) en Salt Lake, Utah. Es considerada una de las primeras obras de Land Art. En esta obra, el artista intervino sobre la geografía mediante el uso de maquinarias para crear una forma espiral construida con bloques de basalto negro.

En el Land Art el tiempo mismo es transformado, o más bien da la impresión de haberse detenido creando espacios paralelos al que habitamos. No casualmente, su desarrollo se ubica en la década de los ´60s y en EEUU. Pensemos que entonces reinaba un optimismo científico proveniente de la era espacial que inundó el imaginario colectivo. Incluso alteró conceptos espacio-temporales: recordemos la huella de Neil Amstrong sobre la superficie lunar.

Otros representantes y pioneros del Land Art fueron Michael Heizer, Denisse Openheim y Richard Long.

La obra no está tan relacionada con el objeto artístico en sí misma, sino con la experiencia de transitar esa manifestación en el proceso que ocurre al espectador en la combinación del contexto como un todo: el lugar en el que se sitúa, la atmósfera del entorno, el arte como manifestación y la propia experiencia en la emocionalidad resultante.

Información y crédito de fotos de esta nota:

https://www.theguardian.com/artanddesign/2015/may/18/michael-heizer-art-rocks-city

https://gagosian.com/artists/michael-heizer/

http://www.arquideas.net/es/blog/la-belleza-de-lo-ausente-lalibela-y-michael-heizer