Alimentación plena: Sabías que hay 8 tipos de hambre?

¿Quién engaña a nuestro estómago? | Dra. María Isabel Peñaranda

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Sabías que hay 8 tipos de hambre?

¿Quién engaña a nuestro estómago?

Siiii! Nuestro estómago muchas veces es silencioso, otras se manifiesta con pequeños ruiditos que quieren transmitirnos ¡¡¡“Tengo hambre..!!!”

Muchas veces no lo escuchamos y muchas otras solo escuchamos voces que se hacen pasar por él.

Esas ”voces” están disfrazadas de estómago hambriento. Son las voces del corazón, de la boca, del olfato, quienes en su deseo de ingerir alimentos, gritan haciéndonos creer que es él (nuestro estómago), el que necesita llenarse.

Pero, nunca quedan saciadas porque una y otra vez ante un aroma a medialunas, o un rico alimento que vuelve loca a la boca, o ante la SRA ANSIEDAD o la SRA TRISTEZA, solo quieren más y más.

Nuestra conciencia distraída, no se da cuenta que esas voces son falsas y que la verdadera voz, la del estómago, la de nuestras células, están calladas o superadas por éstas que solo quieren imponerse y seguimos en piloto automático, comiendo, comiendo… llenando nuestro estómago.

Llega un momento en que este, repleto de comida nos dice ¡BASTA… No doy más!

Y entonces, todo nuestro cuerpo se manifiesta con:

• malestar

• dolor

• acidez estomacal

• dolor de cabeza

… y, es en ese momento cuando aparece el terrible juez, (nuestra mente) castigándonos por el exceso:

“Te advertí que no comieras más… mírate, estás gord@!!

Y caemos en dietas, o dejamos de comer exageradamente por algunos días... la ansiedad regresa... y es un círculo de nunca acabar...

Mis querid@s lectores, como ustedes habrán podido apreciar, no existe un solo tipo de hambre...

Sólo 2 de ellos son VERDADEROS

- El HAMBRE del estómago: nuestro cuerpo se manifiesta cuando está vacío)

- El HAMBRE celular: sobre todo cuando estamos enferm@s nuestras células necesitan determinados tipos de nutrientes y así aparece las necesidad de incorporar alimento salado, dulce, etc.

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Y los FALSOS hambres

- El HAMBRE del olfato
- El HAMBRE de la boca
- El HAMBRE del corazón
- El HAMBRE del oído
- El HAMBRE de la sed
- El HAMBRE de la mente

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Cada uno de ellos necesita ingerir para acallarse, y nuestro piloto automático no nos permite darnos cuenta y detenernos.

El piloto automático nos impide sentir las sensaciones producto de la saciedad. Ese sensor que se activa cuando el estómago le dice a nuestro cerebro,

“detente, ya es suficiente…“

TIPS para alimentación y llevar una vida plena (sin excesos)

Antes de comenzar a comer pregúntate:

¿Cuán lleno está mi estómago?

¿Es hambre real o alguno de los tiranos quiere engañarme?

Acorde a las respuestas de estas preguntas toma 3 respiraciones profundas
Comienza a alimentarte recurriendo al Mindfulness, a la Atención Plena.
Percibe el alimento con todos tus sentidos, comiendo lentamente y masticando varias veces hasta que el alimento esté totalmente disgregado en tu boca.
Suelta los cubiertos entre un bocado y otro. Así, no será tan difícil enlentecer tu ritmo.

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